Si en algo me parezco a Steve Jobs, es que elegí también unas manzanas para presentarme, y aunque no empecé a hacer mi proyecto en un garaje, los inicios fueron compartiendo el ordenador de mi hermano, un armatoste que ocupaba media habitación. Mis manzanas no son mordidas, sino de oro; en la mitología, las manzanas doradas son un reclamo para conseguir la inmortalidad o la sabiduría, pero también un arma para lanzar la discordia.
Mi romance con la astrología arranca en realidad mucho tiempo atrás, pues ya desde muy pequeña tenía un gran interés en leer las estrellas y en aprender los símbolos secretos. De modo que, con tan sólo 9 años ya me dedicaba a leer libros "raros" y predecir cosas a la familia. Cosas que se cumplieron y entonces dejé de ser la niña que se ponía a leer cartas, para convertirme en el oráculo oficial de mi familia, mis compañeras del colegio y, más adelante, todo mi grupo de amistades.
La vida me llevó después por los típicos caminos formales, ya me entendéis: una carrera universitaria convencional. Dejé la carrera por unos estudios artísticos y en paralelo empecé a estudiar astrología de manera más continuada. Apareció en mi camino de forma casi providencial una maestra llamada Ángeles que guió mi formación astrológica inicial con una base de astrología humanística y espiritual. Después fui ampliando mi formación con otros estudios complementarios: eneagrama, tarot, talismanes, interpretación de sueños, PNL, Gestalt, meditación, Feng Shui, meridianos y puntos de energía... En todos estos años me sentí afortunada de encontrar muy buenos maestros que, como Ángeles, me ofrecieron su conocimiento y su aprecio. Es el caso de un reconocido astrólogo catalán, que también atiende a nombre angélico: Jesús Gabriel. Con él perfeccioné las diversas técnicas predictivas y he tenido entretenidos debates sobre lo divino y lo humano. Y maestros que siguen muy presentes aunque ya no estén. A todos ellos les doy las gracias.
A raíz de un encuentro de dimensión espiritual que me llevaría a escribir mi primer libro ("Descubre tu alma gemela") durante más de una década me dediqué a divulgar de forma intensa la astrología en prensa, radio y televisión. Tras una prolífica actividad escribiendo sobre astrología, autoconocimiento y horóscopos, una promesa y un cambio profundo en 2009 me devolvió a mi antigua vida casi donde la dejé. Me licencié en Humanidades y completé mis estudios en Comunicación con un Máster y varias especializaciones. Volví a mi vida "normal", un recorrido largo y no siempre fácil.
Tal vez no hubiera vuelto a leer las estrellas, si no fuera porque la astrología regresó a buscarme colocándome de manera amorosa sus manzanas doradas en el camino, al igual que en el mito de Atalanta, que siempre iba a la carrera. Es por esas manzanas y tantas peticiones y mensajes de cariño, que aquí estoy con una astrología fresca y ampliada con nuevas herramientas de conocimiento y conciencia. Una astrología para el siglo XXI.
Laura Hesperid
Astróloga y comunicadora
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