La regla de moda: estamos todos conectados entre sí a no más de 6,6 grados de separación. Es decir, que en un grupo de siete personas, hay muchas probabilidades de que dos tengan conexiones en común. Parece una tontería, pero Microsoft ha publicado este mes de agosto un estudio llevado a cabo por Eric Horvitz y Jure Leskovec, que revela que esto se cumple, analizando miles de conversaciones entre 180 millones de usuarios del Messenger durante 2006.
Un amigo me ha sugerido el tema de las 6 personas de separación a raíz de una anécdota que viene a demostrar que el mundo es un pañuelo repartido de seis en seis. Con motivo de unos conciertos, este mes de agosto me presentó a su grupo de amistades y yo hice lo propio con las mías. Hasta ahí normal. Pero fue en el último concierto cuando, hablando un poco más tras la actuación de los músicos, descubrimos que uno de sus amigos había sido profesor mío de antropología en un campus virtual –nos reconocimos por el nombre completo-, a la vez que mi amigo había sido antiguo vecino de la amiga que me acompañaba. Debo decir que en total, debíamos ser unas catorce personas. ¡Se cumplió la fórmula!
Por lo demás, añadir que el seis ya era un número con buena reputación entre los pitagóricos, por sólo nombrar un ejemplo ya advertido por los sabios de la antigüedad, un número que simboliza la armonía y comunión entre las personas… ¿Casualidad?
Un amigo me ha sugerido el tema de las 6 personas de separación a raíz de una anécdota que viene a demostrar que el mundo es un pañuelo repartido de seis en seis. Con motivo de unos conciertos, este mes de agosto me presentó a su grupo de amistades y yo hice lo propio con las mías. Hasta ahí normal. Pero fue en el último concierto cuando, hablando un poco más tras la actuación de los músicos, descubrimos que uno de sus amigos había sido profesor mío de antropología en un campus virtual –nos reconocimos por el nombre completo-, a la vez que mi amigo había sido antiguo vecino de la amiga que me acompañaba. Debo decir que en total, debíamos ser unas catorce personas. ¡Se cumplió la fórmula!
Por lo demás, añadir que el seis ya era un número con buena reputación entre los pitagóricos, por sólo nombrar un ejemplo ya advertido por los sabios de la antigüedad, un número que simboliza la armonía y comunión entre las personas… ¿Casualidad?
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