ESPEJOS DEL ALMA

Ya hace unos años que escribí el que fue mi primer libro, "Descubre tu alma gemela", y me sigue sorprendiendo la vida con las relaciones que trae, como si el devenir del tiempo no fuera más que el río de la vida -o de la muerte- del que tanto nos hablan las antiguas tradiciones. Hay personas que de repente nos devuelven nuestra propia imagen, aquella que quisiéramos esconder o aquélla otra en la que reconocemos nuestra parte más pura e infantil que el tiempo y la sociedad de las prisas han querido ahogar. De repente, como en un boleto de lotería en el cual todos los números encajan, hay personas que nos soprenden al abrir su alma, con idénticas aspiraciones, miedos, ilusiones y experiencias que nos recuerdan a nosotros mismos. Ocasiones en las que comprobamos que el tiempo es la dimensión más subjetiva de las cuatro (re)conocidas, al encontrarnos con personas de nuestro pasado de las que apenas nos distancia un día, cuando en realidad ha pasado toda una década...
Así es la vida. La sorpresa más grande de Narciso no es mirarse al río y ver su imagen, sino mirarse en otro, y verse a si mismo. No es una lección fácil, pero quien la vive no la olvida jamás.

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