Tengo dudas acerca de la porción de fantasía y la de realidad de los sueños. He soñado con personas que no conocía, y tiempo después conocí. Vivo en un barrio en el que muchos años antes soñé que residía. He vivido experiencias en sueños que después repetí en tiempo real. Me he alejado de relaciones por un sueño, y me he arrepentido de no hacerlo cuando los ignoré. A veces ellos son más sinceros que nuestro más preciado amigo; su verdad políticamente incorrecta puede ser dura como un puñetazo, pero siempre envuelta en imágenes por cuyo hilo debemos navegar, hasta encontrar la respuesta. Pero la fábrica de sueños no es algo que uno pueda hacer funcionar a voluntad, el estrés de la vida moderna puede arrebatárnoslos por un tiempo y quedarnos sin esa preciada información. ¿Qué clase de médico puede devolvérnoslos? Hay que intentar buscarlo, porque en un mundo de tanta información y tan contradictoria, yo sigo confiando en el lenguaje de la fábrica de sueños.
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