Si ya es dífícil lidiar con un Saturno en tránsito por la casa XII, no digamos si éste además se está paseando por el signo de Escorpio, donde entró en octubre de 2012. Pues bien, yo soy una de las "afortunadas" con esta combinación ganadora, así que los que estén notando el peso saturniano sobre sus espaldas (aquellos con ascendente Escorpio o Sagitario), les interesa seguir leyendo esto. Esta combinación es lo más parecido a estar encerrado en el desván con Saturno. Desván, no diván... Bueno, algo de eso también. Si a ello le sumamos el tránsito actual del nodo norte lunar por Escorpio, la combinación es pura dinamita.

Dinamita, sí, ¡pero no corráis aún a la palanca de alarma!. De todos modos, nadie vendrá a rescataros... Estáis a solas con vosotros mismos y con el paquete completo de vuestras experiencias vitales hasta la fecha. Con karma acumulado que ni siquiera recordáis. Las consecuencias de errores, aciertos, oportunidades que dejasteis escapar, palabras que no dijisteis, sueños que aparcasteis, enfados que os tragasteis... Todo eso está ahí, en el desván, en sus cajas, con su etiqueta. No apetece abrir estas cajas pero es la única actividad posible a hacer, ya que Saturno está en vuestra compañía, y no os dará conversación a menos que empecéis a hablar vosotros. No es fácil bregar con esta combinación, parece que los astros se hayan conjurado en contra, y la puerta está con el cerrojo echado. De ahí que, durante un tránsito de Saturno en XII, y en Escorpio, sea difícil, por no decir casi imposible, iniciar algo nuevo. Lo intentamos, pero sin saber por qué, a estas iniciativas parece faltarles fuerza. Les falta la luz. Bien al contrario, es un tiempo de despedidas: Escorpio es el signo de lo que debe morir y la XII la casa del Karma. Y Saturno el señor del Tiempo. ¿Qué se puede esperar? Pues a pesar de todo, tengo buenas noticias para vosotros, los sufridores de este Saturno en XII.
Dije dinamita. Espero que aún no hayáis abandonado en busca de la palanca de alarma. La buena noticia es precisamente esta: dinamitar lastre. Dinamitar el pasado. Dinamitar los desengaños. Dinamitar errores. El reto no es fácil, os aguardan horas de encierro y una excursión por las catacumbas de vuestra memoria, pero no hay grandes recompensas sin grandes esfuerzos. Por eso puede que esta sea, a la postre, una combinación ganadora. Los que la tienen en estas fechas, pueden liquidar más karma en algo más de un año que otros en toda su vida. Es una oportunidad para un cambio en el pleno sentido de la palabra; este tránsito es un antes y un después. Os estáis reseteando. Vedlo así, enfrentadlo, mirad vuestras experiencias desde fuera, qué habéis obtenido de ellas, qué situaciones se están repitiendo, qué es lo que no os hace felices. Llamad, si lo necesitáis, a esas personas y decidles lo que os quedó en el tintero. De todos modos, si no las llamáis ellas mismas se pondrán en contacto con vosotros. Sanad el pasado. Dadle la vuelta; otra perspectiva puede daros ahora las claves de lo que en su día os encalló en un punto. Esa es la dinamita. Después, cuando el tránsito pase, veréis que ha valido la pena. Cuando Saturno cruce vuestro Ascendente, os empujará a construir, poco a poco, las bases de vuestra nueva vida. Y será el momento del resurgir del Ave Fenix.
Nota: Saturno está transitando Escorpio desde octubre de 2012 hasta final de 2014. Dependiendo de la extensión de la casa XII natal, notaréis su influencia en periodos incluidos en estas fechas, pero no necesariamente a lo largo de estos dos años.
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