2014 va a ser un año lleno de interesantes fenómenos astronómicos (y astrológicos). Uno de ellos, es la llamada "Luna Negra", en este mes de febrero. Dicho así, suena pero que muy mal. Algo así como una película de miedo al más puro estilo del Festival de Cine Fantástico de Sitges. Pero en realidad a lo que hace referencia es a la falta de una de las fases lunares que suceden cada mes: es decir, este mes no hay Luna Nueva.
Para compensar, la Luna Llena no podía haberse producido en un día más oportuno: el 14 de febrero, día de San Valentín. Si el plenilunio ya lleva asociados sentimientos románticos de por sí (incluso la tradición astrológica sugiere que las citas y relaciones sentimentales iniciadas en luna llena son más intensas) tener de fondo una brillante luna llena el tradicional "día de los enamorados" es rizar el rizo. El fenómeno de la ausencia de Luna Nueva no es tan frecuente como podría parecer; de hecho, es menos frecuente que los eclipses. La última vez sucedió en 1995, y no ocurrirá de nuevo hasta 2033; es decir, con una frecuencia de ¡19 años! Y siempre en el mes de febrero, por ser el más corto.
Como acontecimientos importantes en 1995, el último año en que también se produjo este fenómeno, destacan el ingreso de Suecia, Austria y Finlandia en la Unión Europea, el acuerdo oficial de creación de una moneda europea (euro), el fin de la Guerra de Bosnia y el fin de la guerra de Angola. El mismo año también contiene varios atentados como el asesinato en Tel-Aviv de Isaak Rabin, el atentado del metro de Tokio con gas sarín y el de Oklahoma, perpetrados por desequilibrados. Un grave terremoto en Japón y la erupción de dos volcanes completan los sucesos más destacados del que fue declarado como "Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia".
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