UNA AGITADA PRIMAVERA


Como ya anuncié en entradas anteriores, el inicio de primavera se preveía agitado, con proliferación de noticias que nos llevarían de sorpresa en sorpresa. Así fue: el eclipse solar y la cuadratura de Urano y Plutón en marzo nos removieron a todos. Han sido dos meses de gran trabajo interno y externo que abril y mayo han ido madurando. También mi mapa natal estaba bajo los efectos del tránsito de Urano a su paso por Aries, que cuando toca un planeta de expresión personal provoca cambios en pensamientos, relaciones, situaciones e incluso orientación vital. Por la propia energía uraniana, las decisiones bajo estos tránsitos tienen un efecto inmediato, pero más aún repercusiones a plazo, ya que Urano trae cambios que actualizan lo que ya está caduco. Las experiencias más importantes de nuestra vida no siempre suceden de la noche al día, sino que suelen ser consecuencias de decisiones o sucesos aparentemente casuales que se encargan de moldear nuestro camino vital. Por eso, al volver la vista atrás, es frecuente que nos demos cuenta que lo que provocó un cambio sucedió antes y que la chispa que lo motivó nos pasó casi desapercibida en su día, cuando no le dimos la importancia que más tarde tendría. Y es en ese punto donde la astrología nos indica que aquel pequeño gran suceso coincidía con un tránsito de Urano o Júpiter, los planetas conectados con el tiempo futuro. 

Pues bien, eso es lo que ha estado sucediendo en estos dos meses primaverales que pusieron en contacto a Plutón y Urano. Madurar ideas. Pensar soluciones, Prepararse para el cambio. Son procesos que requieren estar muy atentos, en el aquí y ahora, pero sin prescindir de esos momentos de reflexión. Que se han ido gestando cambios en estos dos meses, lo hemos visto en los resultados de las elecciones municipales en España, indicadoras de qué puede suceder en las elecciones generales de noviembre. Están a la vuelta de la esquina. Adelantaré que he dado un vistazo... y el tema da mucho de sí. 

Comentarios