NOVIEMBRE, EL MES DE LA REGENERACIÓN


Cuando avanzamos hacia el mes de noviembre... ¡Cómo se nota la energía de Escorpio! Andamos todos medio locos, unos días pensamos en comernos el mundo, y al siguiente nos fallan las fuerzas hasta para levantarnos de la cama.

Y es que cuando llega el tiempo de Escorpio, no podemos quedarnos indiferentes. Su energía es tan intensa que incluso el calendario nos causa el mismo impacto que cuando entramos en contacto con personas de este signo. Es una energía intensa, capaz de las mayores heroicidades pero también de dejar a uno por los suelos. Es lo que tiene el signo de la regeneración: te mata para renovarte. Es normal pues, que confluyan estas dos emociones tan contradictorias en nuestro humor cuando llega este tiempo otoñal. Si bien septiembre nos devuelve a la rutina y nos da motivos para estar de un humor determinado -en especial si no nos gusta nuestro trabajo u obligaciones-,  cuando entramos a mitad de otoño nuestro cuerpo se ralentiza. Somos como los árboles de otoño: se nos cae el pelo, se nos apaga la piel, y entramos en un estado reflexivo, incluso nostálgico. Lo que no nos gustaba los meses anteriores se nos hace insoportable, pero la voluntad tira de nosotros para impulsar el cambio. Muchos de los cambios que nos propondremos empezar en enero (ah! enero, el mes de los "buenos propósitos") los vamos a ir decidiendo ahora. El año se acaba y queremos quemar los últimos cartuchos, deshaciéndonos de lo que no funcionó, o volviendo a insistir en ello. 


Las emociones en estas semanas escorpianas son muy intensas, de modo que no siempre es un periodo de acción, ya que la agitación puede dejarnos con un ánimo confuso, pero de las experiencias de este mes suelen salir decisiones que tarde o temprano llevaremos a cabo. Ahí está la maravilla de las estaciones y del paso de los meses: que cada uno nos aporta cosas distintas. Y es que vivimos en unos tiempos llenos de presiones y cambios sociales, que las personas con sensibilidad más acusada están notando con especial intensidad. Unos durante el día, otros durante el sueño. Podemos aprovechar estas energías para fluir con este tiempo de regeneración con un ayuno, una dieta desintoxicante o incluso haciendo una limpieza a fondo de nuestra casa que nos sirva para deshacernos de esas cosas que no usamos o que nos traen recuerdos que no nos permiten avanzar. Eliminar lo caduco para dejar espacio a lo nuevo siempre es una buena decisión.

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