La Luna Llena navideña del 2015



Estas Navidades, el firmamento nos regaló un espectáculo visual impresionante: una luna llena potente, gigante, con un brillo espectacular, que en el cielo de Barcelona lucía emanando una luz dorada que para sí quisiera Afrodita, la diosa del Amor. No se producía este fenómeno desde 1977 y no se volverá a producir hasta 2034. Con suerte, algunos podrán decir que han visto 3 navidades de Luna Llena en su vida, pero la que sí ha dado la oportunidad de ser contemplada ha sido ésta. 

No es un tiempo banal en el que se nos ha aparecido esta luna majestuosa, coincidiendo con el nacimiento del dios Sol - pues la historia mística de Jesús deriva del dios solar babilónico nacido en 25 de diciembre-, sino por el contrario esta Luna está llena de sentido en los tiempos convulsos que el mundo parece vivir. Verla con esa luz y claridad una noche como la navideña no deja indiferente; confieso que a mí me impactó. Astronómicamente, la última luna llena del año se la conoce como Fría Luna Llena, por las condiciones en las que se produce, recién inaugurado el solsticio de invierno. 

El plenilunio tuvo lugar a 3º21´de la constelación de Cáncer, un signo familiar y amoroso que no podía ser más apropiado para una fecha como ésta, que promueve los lazos familiares y nos conecta con nuestras raíces, con el recuerdo de nuestros antepasados, que nos invita a compartir una mesa con alimentos (Cáncer es además un signo vinculado a la gastronomía) y vivir el sentido auténtico de lo que significa la palabra "hogar". Bien, pues todo ello fue nutrido, acogido y adornado por esta fantástica luna acompañando una fiesta religiosa que tuvo su origen en el calendario astronómico. 

Interesante resulta el simbolismo de esta Luna llena de Cáncer. Es por esto que no es una Luna cualquiera, sino un mensaje del universo para los convulsos tiempos de cambio social que vivimos. 
Vale la pena leer su mensaje: 


"Nos hallamos todavía envueltos en los resultados de un acto que trajo consigo una reorientación radical de la propia vida[...] Una multitud de decisiones menores sigue a los grandes ademanes de rechazo y realineamiento. [...] La duda y los motivos conflictivos son aún inevitables. Se experimentan deseos de racionalización que deben ser comprendidos" (D. Rudhyar). 

Felices Fiestas y que el espíritu de Paz acompañe a todas las personas de buena voluntad. 

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