¿Quién nos iba a decir que, pasado casi un año del 20D, en España seguiríamos sin presidente? Días antes, me aventuré a pronosticar en una entrada de mi blog que los resultados serían algo sorprendentes y que la elección del nuevo presidente no sería inmediata, sino que se retrasaría. Claro que no podía imaginar que lo que anuncié como un retraso de días o semanas, se iba a convertir en un retraso de meses que lleva camino de convertirse en un año. Algunas cosas han pasado mientras, en especial cambios internos en partidos, la destitución de Pedro Sánchez y ahora se rumorea que podríamos tener presidente sin tener que llegar a unas terceras elecciones. Dado que nadie se pone de acuerdo, no se pierde nada por ver qué nos dice la astrología al respecto sobre la situación y los candidatos.
España es un país Sagitario, ateniéndonos a la astrología mundial. Si tenemos en cuenta el tránsito actual de Saturno por este signo, ya no debe de extrañarnos la recesión y los retrasos a los que viene estando sometido el país; Saturno es Cronos, el planeta vinculado al tiempo. Todo lo que toca Saturno lo torna lento, pesado, grave, obstaculizado. Unas elecciones durante un tránsito de Saturno son una mala cosa, porque además Saturno tiende al aislamiento y la soledad, lo que por si no fuera poco disminuye los índices de participación. El tránsito de Saturno en Sagitario empezó a actuar en octubre de 2015 (es decir, durante la campaña electoral) y se alargará hasta 2017. No quiero decir con esto que tengamos que esperar otro año más sin presidente o con un presidente en funciones, pero suceda lo que suceda, tanto si hay elecciones como una investidura, los resultados tampoco van a ser rotundos. No habrá un liderazgo decisivo hasta finalizar 2017, incluso hasta entrado 2018. ¿Quiere decir que habrá unas terceras, cuartas o incluso quintas elecciones? Más bien veo que no va a haber ni una mayoría absoluta, ni un liderazgo fuerte, ni un revulsivo que nos saque del "status quo" por otro año más. Puede ser cualquier cosa, un gobierno conjunto, una solución temporal, un presidente en funciones y con condiciones, tomas de decisiones que aún tardarán en poderse llevar a cabo. Si se convocan terceras elecciones, el resultado bien podría ser parecido a las dos anteriores.
¿Y los candidatos? ¿Alguno tiene mayores posibilidades sobre los demás?
En este sentido, con ese Saturno creando una atmósfera pesimista y plomiza, ninguno tiene en los meses venideros muchas posibilidades de brillo, pero algunos van a tener más ventajas que otros a medida que pase el tiempo.
Rajoy, Aries con ascendente Cáncer y Luna en Tauro, está haciendo la estrategia acorde a los tránsitos que ahora mismo tiene: intentar pasar desapercibido.
Albert Rivera, un Escorpio ascendente Virgo y Luna en Libra, ha tenido un momento álgido previo a las primeras elecciones (cuando Júpiter transitaba su ascendente) y su popularidad remontaría si hubiera unas terceras elecciones. En diciembre Júpiter transita en conjunción a su Luna, aumentando su popularidad, que hasta noviembre está en receso por la cuadratura de Saturno en tránsito.
Pablo Iglesias, Libra ascendente Libra con Luna en Tauro, está más beneficiado del tránsito de Júpiter por Libra, pero en su caso su popularidad experimentará una mejora hacia finales de 2017. Su momento más bien parece ser que aún no ha llegado, y lo hará a partir de otoño de 2017, puede que a raíz de un cambio de personas de confianza dentro del propio partido.
Por último, Susana Díaz, Libra con Luna en Libra (desconozco su ascendente por no tener hora de nacimiento). Susana la mejor auspiciada de los 4 candidatos en este momento. Tiene un stellium en Libra, con 6 planetas en este signo por el que está transitando Júpiter. La entrada de Júpiter en Libra en septiembre de 2016 le ha beneficiado desde el primer momento: designada como sustituta de Pedro Sánchez, le favorece una meteórica presencia en la escena política. Su imagen y posición es la que saldrá más beneficiada; 2017 será su año.
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