ABRIL, BUEN MES PARA EL AYUNO DEPURATIVO

"Comer hasta enfermar y ayunar hasta sanar" (Anónimo)



La sabiduría popular ha atribuido muchas cualidades al ayuno desde tiempos inmemoriales, y lo cierto es que es uno de los pilares de una buena salud. El ayuno, siempre y cuando esté bien hecho, es casi como tener un seguro médico. Os cuento un secreto: soy aficionada a los ayunos periódicos desde que en 2009 realicé una cura depurativa, aconsejada por una doctora especializada en medicina tibetana. Debido a un episodio de anemia y estrés, me sentía agotada y eso se reflejaba en mi piel y cabello. Una parte del tratamiento incluía tan sólo media semana de dieta detox, a base de agua, zumos, caldos y purés vegetales. Era la primera vez que hacía algo así y me quedé sorprendida de los síntomas que mi cuerpo estaba manifestando: terribles dolores de cabeza, mareos, sarpullidos cutáneos, lengua blanca y olor corporal. Sin embargo, una vez terminado noté cómo mi energía se incrementó y mis cambios en alimentación se notaron en mi piel y cabello muy rápido. 


Esta experiencia me hizo animarme a repetir con un ayuno dos años después, cuando a causa de una gripe mal curada, los síntomas me remitían en cada cambio estacional. Había probado la medicación convencional pero cada vez la gripe volvía con síntomas más fuertes que me retenían en cama a cada cambio acusado en las temperaturas. Animada por la experiencia anterior, di un paso más y me atreví a hacer una semana de ayuno, apoyándome en el conocido Sirope de Savia de arce. El resultado no pudo ser mejor: el virus de esa gripe intermitente durante dos años desapareció definitivamente. Y no sólo eso, sino que tuve beneficios adicionales como reducir mi consumo de café e ir adoptando hábitos alimenticios más sanos que se reflejaron en mi piel. Desde entonces, cada año me reservo unos días durante los meses de primavera (abril, mayo o junio) para llevar a cabo un ayuno o cura detox, que me han permitido ir manteniendo mi peso, mi piel y pelo con buen aspecto e ir regulando mi alimentación y buenos hábitos. Para mí, es un remedio muy eficaz contra los excesos de la comida, bebida o incluso elementos químicos que entran en nuestro cuerpo a través de cosméticos, medicamentos o contaminación. 

Poco después de aficionarme a los ayunos anuales, supe que no era la única de mi familia que los hacía, pues me contaron que mi abuelo paterno -que vivió hasta los 100 años- había tenido siempre la costumbre de mantener un día de ayuno al año. Todos conocíamos su afición a pasear, pues dedicaba más de una hora diaria a caminar, pero me alegró conocer que he heredado sus dos saludables hábitos, ¡y los recomiendo a cualquiera!

Los días de ayuno son, además, muy útiles para escuchar al cuerpo a través de los síntomas que da a medida que va eliminando toxinas. El dolor de cabeza, que es el primer síntoma que aparece y dura al menos dos días, es un efecto de la adicción a la cafeína en los que tomamos café a diario. Al principio, es casi imposible sobrellevar el dolor y la somnolencia por la falta de café, pero superado este periodo, el cuerpo responde a las mil maravillas. La somnolencia desaparece, se duerme mejor y uno se levanta mucho más despierto. Y así seguiríamos, uno tras otro, con los efectos que van apareciendo paulatinamente hasta finalizar la fase de depuración propiamente dicha. 

El tema es como para dedicarle más de una entrada o artículo, pero... ¿por qué incluyo el tema del ayuno en mi blog? ¿Tiene algo que ver con la astrología? La respuesta es que sí, al menos en lo que a las fases lunares respecta. Hace varios años publiqué un libro sobre los efectos de la Luna en determinados aspectos de nuestra vida cotidiana, y uno de ellos eran los tratamientos de belleza y de salud. Para hacer un ayuno, lo primero de todo es escoger un tiempo primaveral, con temperaturas moderadas; por eso abril es un mes ideal, no hace ni demasiado frío ni demasiado calor. Después, hay que tener en cuenta que es imprescindible ir preparando el cuerpo con antelación, a base de ir eliminando paulatinamente las carnes y comidas fuertes, e ir reduciendo el consumo de café, refrescos, tabaco, etc las semanas previas. Y seguidamente, se puede pasar a ir eliminado una comida, dos y luego tres (sustituidas por sirope, o purés y caldos vegetales con propiedades purificantes) y, a lo que vamos... Astrológicamente, es muy aconsejable iniciarlos después de la luna llena, es decir, durante la fase menguante. Si a la luna menguante (cuya función es eliminar) le sumamos la cura desintoxicante del organismo, tendremos una doble acción reforzada por la conexión entre cuerpo y naturaleza. Sólo añadir que durante las fases de ayuno, uno se siente más conectado con la tierra, con su cuerpo e incluso con el cosmos.
Ah! Antes de que se me olvide: la fase menguante lunar este mes es del 12 al 26 de abril.

Feliz ayuno! :) 

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