¿QUIÉN SOY? LA IMPORTANCIA DE CONOCERSE

Imagen relacionadaSí, esas preguntas que nos sabemos de memoria y nos preguntamos a veces: ¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué quiero hacer en la vida? 
Si bien suelen ser unas preguntas muy "astrológicas", porque son las grandes cuestiones de la existencia que aborda tanto la astrología como las personas que consultan a ella, estas preguntas cobran relevancia en tiempos convulsos. Tiempos como los que vivimos ahora, a escala mundial, pues los cambios en las estructuras sociales y de conciencia se están dando en gran parte del planeta. No es una cuestión de este o aquel país, sino que en distinto grado y forma, el cambio se está manifestando a nivel global. 
Es en tiempos de crisis y confusión cuando más frágiles somos, cuando más fácil es dejarnos influir por esto o aquello, por las manipulaciones del poder o las promesas de felicidad que normalmente van asociadas a un gran desembolso de dinero. Nada de esto nos dará la tranquilidad que buscamos. Más veces de las deseables, por el contrario, nos alejará de nosotros mismos y acabaremos perdiendo el centro de nuestra personalidad, nuestra estabilidad interna. Aquí es donde conviene, más que nunca, plantearnos quiénes somos y tener una respuesta. No será una gran respuesta, ni tampoco algo inamovible, pero es importante que tengamos claras las cuatro patas sobre las que se asienta nuestra personalidad y el material del que estamos hechos. Sin esto, con tanta tentación, tanta oferta y propaganda, es fácil que nos agotemos detrás de los cantos de sirena y las promesas del bueno, bonito y barato. 

Quiero ser "yo mismo/a"

Entre los despropósitos del mundo posmoderno, está lo del "ser yo mismo". Esto, cuando no sabemos realmente quienes somos, es ir por la vida como pollo sin cabeza. La personalidad no es algo fijo como la tabla de multiplicar, sino algo dinámico y en continua evolución. Es por esto que en la vida vamos dejando atrás relaciones: los que fueron nuestros mejores amigos son sustituidos por otros, la que es nuestra pareja de repente un día es alguien desconocido, o nosotros nos convertimos en desconocidos para las personas que eran intimísimas nuestras. Es por esto que es tan importante irnos a lo esencial, porque esto no cambia nunca. Una mesa de madera, aún si la cortamos, la pintamos, le cambiamos las patas, podrá transformarse, pero seguirá siendo una mesa de madera. Lo mismo pasa con nosotros. Si somos sensibles, nerviosos, extrovertidos, dominantes o creativos, seguiremos siéndolo siempre. Sólo cambiará la forma de manifestarlo (o reprimirlo). Sabiendo cómo somos en realidad, es más fácil buscar aquello que vibra acorde a nuestra naturaleza, y alejarnos de aquellos lugares que no son para nosotros. Lo del ser "uno mismo" pues es relativamente importante, ya que lo que cuenta es que sepas quién eres, y ser "uno mismo" contigo mismo, sin autoengaños. 

Las claves del conocerse

Al final, resulta que conocerse a sí mismo no es una tarea fácil, pues nuestra personalidad es dinámica y nos muestra diferentes caras en distintas circunstancias de la vida. Pero cuando nos presentan una descripción de lo que somos, y asentimos con la cabeza, todo encaja: nos vemos reflejados y nos reconocemos. Cuando esto sucede, sentimos alivio, pues de algún modo la intuición que teníamos de nosotros nos viene avalada por un testigo externo. Esto es lo que sentimos en ocasiones contadas, cuando encontramos una persona con la que hemos conectado a un nivel muy profundo. También suele suceder con el análisis del mapa astrológico natal. El momento más decisivo, más fascinante y a la vez más incierto, es el momento en que, tras varios días de trabajo, llega el momento de desvelar el resultado del análisis y entregar el informe. Ese momento de la primera lectura, es como el preestreno de una película: no sabes cuál va a ser la reacción. Cada carta es única, como únicas son las personas que nacen cada minuto en este planeta. Al final, lo que muestra el mapa natal no es sólo un conjunto de datos por separado, sino la combinación y la energía que emana de ese mapa. Por eso, es reducir mucho limitarse a la combinación del Ascendente, el Sol y la Luna para valorar el carácter de cada persona; es más bien una especie de encaje de bolillos donde cada hilo cuenta. Cualquier elemento puede influir en el carácter, desde un eclipse hasta una estrella fija en un ángulo. Y no nos engañemos: en el hipotético caso de dos personas con el mismo carácter pero distintas experiencias nunca serán iguales. Lo dicho: cada carta natal es única, como única es cada vida.  Lo importante es conocer aquello que nos hace únicos, y sea bueno o malo, aceptarlo y conducirnos con ello por el mundo. Esa es nuestra seña de identidad. Hasta la fecha, nunca me he encontrado dos cartas iguales, que pudiera decir "ah, esta carta me recuerda a aquella otra...", ¡ni siquiera las de gemelos!
De ellos, los gemelos biológicos y los otros gemelos,  hablaremos en otra ocasión...

Si deseas solicitar un estudio natal personalizado, puedes pedir información aquí  o enviando un email 

Comentarios