EL SOLSTICIO DE VERANO Y VERBENA DE SAN JUAN

¡Pues ya hemos entrado en verano! Eso para los que estamos en el hemisferio Norte, pues en el hemisferio Sur recién se inicia el invierno. Los tengo presentes, pues aunque los astros actúan para todos igual, el día, la noche y las estaciones varían dependiendo de cada punto del planeta donde estemos. Un astrólogo nunca olvida este detalle. 

Lo que sí es para todos igual, es la entrada del Sol en Cáncer desde este 21 de junio a las 15:55 hora solar. Y este signo da la entrada al solsticio de verano, o de invierno para el hemisferio sur. ¿Y a qué llamamos "solsticio"? El nombre viene del latín, "sol sistere", aunque el palabro es lo suficiente mal sonante como para que pudiera ser un insulto (hagan la prueba: "¡eres un solsticio!"), pero se refiere a un fenómeno astronómico que designa el tiempo anual cuando el Sol está en uno de los puntos de la eclíptica más alejados del ecuador terrestre, día en el que acontece la máxima diferencia horaria entre el día y la noche. El resultado es el día más largo del año (Sol en Trópico de Cáncer) y la noche más larga del año (Sol por Trópico de Capricornio).  Los Trópicos de Cáncer y de Capricornio, son paralelos del planeta, siendo una línea imaginaria donde el Sol alcanza su zenit en el caso del paso por el Trópico de Cáncer

Celebración del solsticio y rituales de San Juan

La celebración del solsticio de verano fue originalmente una festividad pagana que tenía que ver con la celebración de la preparación para las cosechas, por lo que estaba ligada a ritos de que incluían desinhibición sexual, danzas y fuego. El fuego es purificador y éste es un tiempo de purificación, de quemar las malas hierbas, tanto literales (en agricultura) como las mentales y emocionales. De ahí, de la quema de lo inservible para hacer espacio a lo nuevo, vienen las hogueras que tradicionalmente están asociadas a esta fiesta. Siglos después, en el proceso de cristianizar el calendario, fue cuando se incorporó la festividad de San Juan y su famosa verbena en la noche del 23 al 24 de junio, haciendo coincidir la fecha original con la onomástica de San Juan Bautista. Por San Juan Bautista se incorporaron los ritos de la purificación por agua (bautismo), y por la recolección de las hojas de verbena que parece ser se estilaba en estas fechas se quedó el nombre de "verbena de San Juan". Como vemos, hay rituales y elementos para escoger a fin de recibir la entrada en el solsticio de verano: fuego, agua, tierra y aire. Aquí van algunas sugerencias para celebrar esta fecha en función de nuestro elemento: 

  • Fuego: Encender una hoguera para quemar lo viejo y saltar por encima tres veces, para alejar las energías negativas y atraer las buenas. También servirá un bol donde podamos encender una llama y dejar arder un papel con aquello negativo o doloroso, que queremos eliminar de nuestra vida. 
  • Agua: Arrojar flores frescas al mar y darse un baño a partir de medianoche o de madrugada, sumergiendo todo el cuerpo incluida la cabeza como si fuera un bautismo. Es un ritual purificador para atraer buenas energías. 
  • Tierra: Hacer un círculo de flores y semillas para meditar alrededor si es en grupo, o dentro de él, atraerá la protección y abundancia. También se puede optar por recolectar hierbas "mágicas" a medianoche, como hacían en la antigüedad. 
  • Aire: El ritual de aire por excelencia son los fuegos artificiales y los petardos. No tenemos garantías de que den buena suerte, pero que sirven para alejar a los malos espíritus, las personas, los perros, los pájaros y los peces.. De eso damos fe. 

Por último, desear a todos una buena celebración del cambio de estación, y pronto más novedades, ya que para julio nos espera un eclipse total de Sol, y ese es un evento importante. 


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