FELIZ AÑO 2022

 Y por fin, ¡llegamos a 2022! Todo lo que hemos aprendido para llegar hasta aquí, y no solo un curso acelerado de virus, vacunas, cuarentenas y todo lo que ha estado en boca de todos desde 2020. Este año, complicado para la mayoría, podrá pasar sin pena ni gloria en nuestra historia de vida, o por el contrario, será un año señalado de cambio. No se sabe... Lo que sí es cierto que entramos en 2022 un poco más desencantados, un poco más cansados, y con esperanzas de que nuestra vida vuelva a una relativa normalidad. 

Durante días he estado pensando cómo cerrar este año, qué artículo dedicar para el último día de 2021. Va siendo costumbre que anote unas palabras por signo para avanzar la entrega del año siguiente, pero este año me ha afectado tanto como al resto el agotamiento pandémico y mi mente ha necesitado parar, descansar y recuperarse. Ningún tema me convencia... Y si me permitís, os contaré una anécdota que tiene que ver con el fin de este año 2021. 



Feliz año... What?

Por lo general despido y recibo el año desde mi blog, o en alguna publicación donde he estado publicando mis previsiones anuales a lo largo de muchos años. Este año pensé en hacer algo especial y felicitar de manera más personalizada el nuevo año 2022 mandando un email con una postal de felicitación. Pasé toda la manaña diseñando las tarjetas para enviar algunos modelos diferentes: cambiando el fondo, los colores, haciendo animaciones en el texto, cambiando el diseño de las letras... Cuando acabé, el tiempo había volado... ¿Cuántas horas llevaba al ordenador diseñando postales electrónicas? ¿Podía ser que hubieran pasado 3h sin darme cuenta?

Elegí uno de los modelos para enviar algunas felicitaciones a las personas que a lo largo del año han solicitado mi orientación o que por uno u otro motivo hemos estado en contacto. Envié unas cuantas con una de las postales elegidas y me puse a hacer otras cosas... Pero tenía la intranquilidad de haber hecho alguna cosa mal en el envío electrónico. 

No fue hasta llegar la primera respuesta que vi que el archivo que había adjuntado no era una postal de 2022, sino de 2020. ¡Horror! Por un momento me pareció un fallo terrible enviar mis mejores deseos para el nuevo año con una imagen de ese fatídico año que no vamos a olvidar en mucho tiempo. Me sentí como el emoticono que imita al cuadro de "El grito"... ¿Cómo ha podido suceder, después de haber pasado tanto rato para crear distintos modelos a elegir? Incluso a mi me han entrado sudores fríos solamente en pensar en volver al 2020 como si fuera el Día de la Marmota... 

El cuento de Navidad


Tras rectificar mi error, y pensar cómo he podido tener un fallo así, me he dado cuenta de que mi subconsciente ha ido un poco por delante en todo el asunto. Es verdad que los astrólogos tenemos una relación extraña con el tiempo convencional, ya que nuestro trabajo nos lleva a viajar mentalmente por el tiempo... Podemos estar en el pasado, el futuro y el presente casi a la vez... Cuando miramos un mapa astrológico vemos circunstancias y experiencias basadas en un tiempo piscológico y cronológico que puede saltar periodos de 20, 30 o 50 años en un pispas. Y si hablamos de una dimensión espiritual y vivencial del tiempo, entonces ya no hay límites, porque lo que conocemos como tiempo se diluye como un azucarillo. Pero el lapsus no iba por aquí. 

Si retomamos el día de la marmota, igual cobra un poco más de sentido. 2020 y 2021 fueron años que congelaron nuestras vidas, nos hicieron reflexionar. Han sido dos años que podrían haber sido una eternidad, o solo un segundo en el reloj del tiempo del universo. Sería bueno volver atrás y de repente estar en 2019, pero con todo lo aprendido en 2020 y 20201. Un poco como en "Cuento de Navidad", cuando el protagonista es llevado por el espíritu del futuro a ver lo que va a suceder con su vida si no hace un cambio sustancial. Y el hombre, viendo aquello que no le gustaba, regresa a su sueño y despierta a su vida siendo otro. Siendo una persona más consciente, pudiendo rectificar su futuro desde el presente. 

Me gustaría poder decir que entrásemos en 2022 con la alegría y despreocupación con la que recibimos 2020, pero con todo lo que hemos aprendido en estos 24 meses. Y me vais a disculpar si hago un poco de spoiler del 2022: los aspectos astrológicos del año son bastante mejores que los de años anteriores. 


Solo queda desearos un Feliz 2022 en el que todo lo aprendido sirva para mejorar nuestro proyecto de vida, individual y colectivo. 







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