LOS GEMELOS ASTROLÓGICOS

Almas gemelas, hermanos gemelos, gemelos natalicios... Lo confieso: el tema de los gemelos suele perseguirme. No es casualidad que mi Luna natal esté en Géminis, el signo que representa a los gemelos. Como astróloga, me ha tocado realizar en más de una ocasión cartas astrales de gemelos. Gemelos biológicos, nacidos de los mismos padres y pocos minutos de diferencia en el parto. Es muy curioso comprobar cómo hay gemelos que se parecen y otros que son opuestos, y cómo la propia carta, a pesar de ser casi idéntica en ambos casos, te habla de uno y de otro en diferente lenguaje. Así me pasó hace años con unos mellizos casi recién nacidos, cuyo padre me pidió un estudio astrológico de ambos siendo bebés. Años después, cuando estos eran niños y empezaban a mostrar su propia personalidad, este mismo padre me llamó para explicarme hasta qué punto sus personalidades eran distintas y cómo estas diferencias habían quedado fielmente detalladas en las cartas de cada uno, esas que realicé cuando ambos contaban apenas unas semanas de vida. Sus mapas natales eran casi idénticos, pero... Ay... Sus respectivos Ascendentes Escorpio ya anunciaban diferencias para diferenciarse del hermanito. 

Otro tema fascinante que he tocado, en mi libro y en otras entradas de este blog, es el de las almas gemelas. Aquí nada tiene que ver la fecha de nacimiento, sino una cualidad vibratoria y emocional que conecta a ambas personas, y que puede distinguirse en un análisis profundo de ambas cartas individuales y su combinación. Pero tampoco es el tema del que hablaré hoy, y es que desde hace unos meses le doy vueltas a esas personas que nacen el mismo día, y sus respectivas cartas...

¿Cómo son los gemelos astrológicos?

El asunto de los gemelos astrológicos, o gemelos natalicios, ha vuelto a asaltarme tras la coincidencia

de encontrar una persona nacida el mismo día del mismo año que una de mis más antiguas amistades. Tengo una tendencia a tener relaciones -de amistad, amor, trabajo...- con personas nacidas en el mismo día, pero no siempre del mismo año. También llevo comprobando cómo personas por las que me siento atraída o conectada, o ellas por mí, comparten el mismo día de cumpleaños. Pero no fue hasta hace algo más de una década cuando me empezó a interesar el asunto de las personas que nacen en la misma fecha sin ser gemelos. Dio la coincidencia que entablé amistad con una persona que había nacido exactamente el mismo día que alguien de mi círculo habitual de amistades. En ambos casos, sentimos una simpatía espontánea y recíproca desde el primer momento. Pero sus caracteres no podían ser más opuestos: mientras una era estable, amable, convencional y organizada, la otra era caótica, impulsiva, polémica y transgresora. Cabe añadir que al presentarlas no congeniaron en absoluto. Sabiendo que yo me dedicaba a la astrología, una de ellas me preguntaba con interés qué significado podría tener esta coincidencia natalicia, si ambos caracteres eran tan distintos. También su estilo y aspecto físico. Sólo acerté a decir que lo único que tenían en común era mi amistad. Eso, hasta que una de estas amistades acabó de un modo abrupto, con una discusión sin motivo justificado. Me preocupó esta circunstancia y así se lo hice saber a la otra persona, a la que me unía una amistad más antigua. Aunque su contestación fue que era una tontería creer que podía influir la fecha de nacimiento en que sucediera lo mismo, lo cierto es que contra todo pronóstico, un problema en el grupo de amistades afectó la confianza y un mes después dejamos de hablarnos. En ambos casos nunca recuperé ni el contacto ni la amistad; por motivos distintos e inesperados ambas personas nacidas el mismo día desaparecieron de mi círculo.

Más curioso es haber encontrado, años después, otra nueva coincidencia. Si en el caso anterior eran dos mujeres, en este se trata de dos hombres nacidos el mismo día. La relación que he mantenido con ambos ha sido bien distinta: de gran complicidad en un caso y de gran falta de entendimiento en el otro. ¿Cómo es posible? Incluso para un astrólogo es un misterio. Analizando el mapa natal, que es prácticamente el mismo (excepto el ascendente), verifiqué que la sinastría con mi carta presenta aspectos conflictivos que no justifican la estrecha relación de muchos años en el caso del primero, sino más bien la falta de compatibilidad en el caso del segundo. En cuanto a su personalidad, sus estilos son bien distintos. De nuevo, mientras uno cumple con el papel de persona tradicional y clásica, el otro es una persona transgresora y anticonvencional. Uno gusta de la ciudad y trasnochar, y el otro la vida de pueblo y madrugar. Tan sólo encontré multitud de paralelismos en sus relaciones familiares, significativas si tenemos en cuenta que sus respectivas familias son bastante singulares. 

¿Comparten similares destinos quienes nacen el mismo día?

Si tomamos las cartas natales sólo en función del día, parece ser que no. Según mi observación, comparten algunos aspectos que sí son coincidentes, pero sólo de manera parcial. Incluso el hecho de compartir signo Ascendente no hace que las vidas sean idénticas, aunque sus cartas prácticamente lo sean (como es el caso de gemelos biológicos, nacidos con minutos de diferencia). Aquí sólo puedo argumentar que, una vez más, el arte de la interpretación astrológica reside en la maestría e intuición de quien interpreta las cartas, que siempre pone el ingrediente secreto que no está en ninguna de las fórmulas de los libros, los programas, ni los cursos de astrología. 

Dos casos a modo de ejemplo, de personajes famosos que comparten el mismo natalicio. Sus vidas no se parecen en nada; tan sólo compartían el talento para hablar del alma humana.  Karl Gustav Jung y Antonio Machado nacieron un mismo día: el 26 de julio de 1875. Pero su hora de nacimiento fue lo suficientemente espaciada como para que sus destinos fueran bien distintos. 

Jung fue un conocido médico, psicoanalista, que murió en su país, Suiza, a los 85 años, y estuvo casado más de 50 años con la misma mujer. Su nacimiento fue por la tarde, en Suiza. 

Machado fue un poeta español que murió en el exilio, a la edad de 63 años, y su matrimonio apenas duró 3 años. Nació en Sevilla de madrugada, según consta en su biografía. 

Ambos escribieron célebres obras que perduran hasta hoy: Machado libros de poemas, y Jung ensayos sobre la psique humana. También ambos tuvieron un abuelo médico, una familia bienestante y una formación privilegiada. Fueron ávidos lectores, tanto Machado como Jung. Encontramos paralelismos en su familia de origen y su talante introvertido. Pero, a pesar de alguna coincidencia de origen, las distintas horas de nacimiento cambian todo el sentido de las cartas para cada caso. Las 15 horas de diferencia entre ambos nacimientos coloca los mismos planetas en distintas casas, incluso en casas prácticamente opuestas (Ascendente Acuario en Jung, Ascendente Cáncer en Machado), pero lo más significativo, a mi modo de ver, es la Luna. Machado tiene una conjunción Luna-Neptuno en su casa X, que da una imaginación fértil y una sensibilidad excepcional. Esto le convirtió en un poeta de carácter universal. Pero esa misma conjunción describe su doloroso exilio, y las tristezas emocionales que tuvo que sufrir. En cambio, Jung no posee esa conjunción: la Luna se ha separado suficiente de Neptuno para alejarse de esa triste combinación, y se acerca a la conjunción con Plutón, un planeta que da más profundidad y fortaleza emocional, lo que le convirtió en un investigador de la mente y las emociones humanas. Podemos decir que este caso es un claro ejemplo de que nacer el mismo día, cuando se hace con una diferencia horaria suficiente, puede dar algunos puntos de conexión, pero vidas distintas, ya que los grados y la distribución de las casas hará que los aspectos planetarios resulten en diferentes experiencias. 

Y tú, ¿conoces a alguien que haya nacido en tu mismo día? ¿A dos personas nacidas el mismo día, tal vez a mellizos o gemelos? Si tienes un testimonio interesante para compartir, puedes dejar un comentario o explicarme el caso que conoces.