¿QUÉ DECISIÓN TOMAR? CUÁNDO, CÓMO Y POR QUÉ

Quien más, quien menos, todos hemos pasado alguna vez por ese trance en el que nos vemos ante una encrucijada. Nuestra vida, de repente, nos ha llevado hacia una diversidad de caminos, y no sabemos cuál elegir. Cada camino significa una elección, pero también una o varias renuncias, ya que tomar una de las opciones significa descartar automáticamente al resto. Si, vale, se puede hacer trampas o en el caso de los indecisos, apurar al máximo el momento de la decisión, mientras vamos alternando las distintas posibilidades. Como si estuviéramos en un periodo de prueba que, reconozcámoslo: no sirve más que para alargar la estresante decisión final. 

¿Te has sentido identificado/a? 

La vida siempre nos presenta elecciones, y las dudas que les acompañan. Tarde o temprano todos pasamos por ahí, y son retos importantes porque esos caminos determinan el rumbo futuro de nuestra vida. Casarse con una persona, cambiar de profesión, dejar un trabajo, perseguir una vocación, abandonar una ciudad, mudarse... Sin embargo, a veces pensamos que los grandes cambios están ahí y sólo ahí, en estas disyuntivas con grandes letras en cartel luminoso. Y no siempre es así. Lo más normal es que pequeñas decisiones o casualidades, esas que nos pasan desapercibidas en el momento, a las que no les damos ninguna importancia, sean las que nos colocan en un lugar y no en otro, las que nos ponen delante unas personas determinadas, o que nos hacen pasar por una calle donde vemos un anuncio que puede ser el de nuestro próximo piso o trabajo. 
Todo este tipo de decisiones que quitan el sueño, de dudas sobre el desarrollo de una situación, son las que nos llevan a recurrir a técnicas como la astrología. Yo suelo encontrar dos tipos de cliente o consulta: la de aquellos que necesitan saber cuándo cambiará una situación de crisis o estancamiento, y los que se encuentran ante encrucijadas y decisiones que pueden determinar su destino

La astrología, una herramienta para ayudarnos a elegir

En mi experiencia realizando análisis astrológicos a personas de todas las edades, culturas, países y estilo de vida, he visto algo común a todas. La clave está en el periodo en que contactan conmigo para pedirme un primer estudio de su carta astral. Por lo general, siempre acabo comprobando que cada una de esas personas se encuentra al borde de un cambio vital importante. O bien una crisis personal, una transformación en su vida, una llamada espiritual, un imprevisto del destino que supone el final de una etapa y el inicio de otra completamente distinta... Con los años, he llegado a la conclusión de que las personas, por lo general, intuimos cuándo está a punto de pasar "algo", un algo que transforme todo y nos adentre en un territorio desconocido. Es tan certera la intuición que a veces, la persona me contacta justo un mes de que todo le dé un vuelco. Y no, no me refiero a que ella misma lo provoque, sino que muchas veces es la vida la que ha tomado la decisión por ella y en pocos días le presenta una oportunidad, un imprevisto, una persona, que la coloca de repente en otra dirección. A veces, el cambio es tan inminente y rápido que en menos de un año desde la entrega de su carta natal, aquello que ves que va a sacarle del status quo, efectivamente sucede. Y os diré más: cuando no tomas las riendas de tus propias decisiones, son las circunstancias las que las toman por ti. 

Quienes contactan para solicitar guía sin que la situación tenga carácter de emergencia, son los que tienen más herramientas para manejar la situación con perspectiva, pudiendo evitar que las circunstancias les arrollen. Aún así, también veo que, aunque hay lecciones que si están bien aprendidas ayudan a ganar mucho tiempo, hay otros acontecimientos que vienen determinados por destino o por planificación subconsciente, que son difíciles de evitar. Estos sucederán de cualquier modo, por lo que en estos casos es mejor obtener la máxima información posible: aquí entraría el "por qué" y "para qué". 

No menos importante es el "cuándo", que suele detallarse gracias a las técnicas de astrología dinámica. Lo más curioso es cómo la impaciencia tiene bien poco que hacer cuando hablamos de un tiempo planetario. ¿Lo más gracioso? Que a pesar de la urgencia o la impaciencia, cuando la vida te plantea un reto y no quiere que delegues en otros, incluso el asesor sufre imprevistos que le retrasan. Yo misma he vivido estas situaciones de retraso con algunos clientes durante la confección de su carta astral. Por eso estoy tan convencida de que todo forma parte de un engranaje donde cada pieza ocupa su lugar y su tiempo. Lo que tiene que pasar, pasará de todos modos. La elección equivocada tan sólo retrasará el cumplimiento de tu potencial, aunque hay existencias en las que la experiencia consiste precisamente en esa elección equivocada, por tanto no se volverá a presentar, pues el destino era precisamente ese... Equivocarse. O creer equivocarse, que también puede ser.


Si sientes que necesitas asesoramiento, que te encuentras en los albores de una crisis, de un cambio, o crees que no estás en la vía correcta... Posiblemente lleves razón. Ése es un buen motivo para solicitar un estudio astrológico, que te oriente y confirme si has de hacer cambios en tu vida, ayudándote a conocer no sólo cuáles son las alternativas más acordes a tu objetivo esencial, sino también cuándo y cómo serán los momentos más propicios para actuar.
Más información a través de mi formulario de contacto o escribiéndome aquí 📧. 






Comentarios

Anónimo ha dicho que…

Or neither ��‍♀️