LA EVOLUCIÓN PERSONAL EN ASTROLOGÍA

¿Todavía tiene validez mi carta? ¿Hay que hacer otra nueva? 
Son muchas las veces que me hacen preguntas parecidas, personas que me consultan y que hace muchos años que me pidieron un estudio astrológico determinado. De ahí la importancia de la evolución personal en astrología. En muchas ocasiones, el astrólogo es también una especie de confidente, alguien que aconseja en decisiones de tipo personal ya que al tener un mapa de la persona, puede ver con antelación algunas configuraciones en su mapa natal que pueden ayudar u obstaculizar los proyectos en curso. 


La carta astral, entendiendo como ésta el mapa natal o cualquier carta levantada para un evento concreto (un matrimonio, una nueva relación amorosa, una asociación, el inicio de un negocio, la compra de una casa...), no es un cuadro estático. Como las manecillas de un reloj, el mapa astrológico está en continuo movimiento, y eso corresponde con la evolución de la persona, de los hechos y de las relaciones. Es lo que conocemos como "astrología dinámica". La astrología no es algo estático y cristalizado, sino que abarca también los ciclos y el movimiento tanto de los puntos de una carta astral, como las posiciones planetarias en cada momento, que varían con el tiempo. 

Astrología dinámica, tránsitos y progresiones

Precisamente lo que más me gusta de la astrología es su dinamismo. Es por esto que las técnicas que tienen en cuenta este movimiento y la evolución de cada persona, se encuentran entre mis favoritas. Digamos que la carta natal es como nuestra foto del colegio. Ahí, en esa foto de cuando éramos pequeños se encuentra todo: nuestra esencia, las cosas que nos apasionaban, las que detestábamos, nuestros padres, nuestra familia, los amigos de la infancia, la educación que recibimos, el color original de nuestro pelo, nuestro físico aún por esculpir. Siempre seguiremos siendo ese niño o esa niña, nuestros padres seguirán siendo los mismos aunque tengamos 60 años, nuestro hogar familiar será el mismo en el recuerdo, aunque cambiemos mil veces de casa en nuestra vida adulta. 

Y es a medida que crecemos, que nuestra vida se va transformando. La persona de la que nos enamoramos y pensamos que nunca íbamos a dejar, el primer trabajo que un día dejamos por otro mejor, nuestros amigos del colegio, los de la universidad, nuestros nuevos vecinos, los cambios de nuestro cuerpo... Pues eso mismo pasa con una carta astral, que la esencia sigue siendo la misma - la carta natal- pero a esta se le van añadiendo cambios. Los planetas nunca más volverán a estar en las mismas posiciones en su conjunto, como el día de nuestro nacimiento. Se van moviendo. Y de ahí las técnicas empleadas en la interpretación de las cartas para determinados periodos: los tránsitos, las progresiones, la revolución solar, la astrología horaria... 

Los tránsitos son las posiciones de los planetas en un día determinado, y cómo estas posiciones afectan a tu carta de nacimiento. Tienen que ver con su posición real para fechas concretas. Las progresiones son posiciones "virtuales", por decirlo de algún modo, y se basan en un movimiento progresivo simulado en el que cada año de la vida equivale a un día en el movimiento del universo. La revolución solar, es una carta personalizada para cada persona, que corresponde a 12 meses de su vida (un año) a partir del día de su cumpleaños, y detalla lo que sucederá ese año. Es una técnica astrológica concreta, que tiene en cuenta la carta natal, pero que se hace a partir de otra carta nueva que sólo tiene validez de un año. 

Por supuesto, vamos cambiando aunque la base siga siendo la misma. Es por eso que la astrología, para ser más fiel a la realidad, debe contemplar esos cambios, esa evolución según el año, el periodo, el momento vital, el momento anual o cronológico para ir ajustándose a la vida de la persona. Lo mismo que sucede con nuestros negocios, nuestras relaciones, nuestros trabajos... Empiezan, se desarrollan, crecen, se desgastan, evolucionan o se acaban. 

Hay personas cuyas vidas son un cambio continuo, mientras otras a partir de un momento determinado entran en una fase de estabilidad con muy pocas variaciones. ¿Qué es mejor? Ni una ni otra, cada vida expresa aquello que ha venido a hacer, aquello que le es innato. Lo mejor, en cualquier caso, es que estén expresando aquello que les es dado de manera natural. Una dominante plutoniana, difícilmente va a estar satisfecha con una vida monótona y siempre igual, mientras que una dominante saturniana se volverá literamente loca con una vida de inestabilidad y superficialidad. De ahí el juego entre lo que somos, y la vida que estamos viviendo. 

Y tú, ¿estás viviendo la vida que te corresponde? 





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