LA ASTROLOGÍA ESTÁ DE MODA


Afirmar que la astrología está de moda puede sonar un poco frívolo, ¿verdad? Bueno, y en realidad lo es. El tema de las modas me importa más bien poco, y menos cuando hablamos de una técnica que lleva practicándose desde tiempos de los asirios y babilonios. Es decir, hace más de 4.000 años se viene practicando la astrología, pero el origen se pierde en la noche de los tiempos pues no podemos datar con exactitud cuándo se originó. O sea, que da igual que esté de moda ahora, o pasada de moda el año que viene... La astrología es casi tan antigua como la humanidad. Y por la parte que a mí respecta, la llevo poniendo en práctica e investigando sobre ella desde que era una niña... Y en todos estos años, los astrólogos estuvieron de moda, después eran considerados unos friquis, luego unos eruditos, ahora ya son consejeros espirituales y algunos llegan a la categoría de celebrities. Vaya, que nos vamos de un extremo a otro, eso es lo fascinante de ser astrólogo: que un día eres lo más y al siguiente eres un paria. ¡Y viceversa!

La astrología ofrece respuestas en tiempos de incertidumbre

He aquí el motivo por el que hemos desempolvado esta técnica milenaria, que ahora vuelve a vivir un periodo de esplendor. El cambio de paradigma, la pandemia de coronavirus, las crisis sociales, económicas y politicas que estamos viviendo... El mundo está patas arriba, y como no encontramos soluciones coherentes que nos tranquilicen, recurrimos a técnicas antiguas en busca de ese oráculo o Santo Grial que nos reconforte. A veces, es más fácil decidir por dónde tirar tras consultar a un astrólogo que preguntando a la pareja, familia, amigos o incluso al espejito mágico. Sí, tenemos profesionales como psicólogos y coachs, pero la astrología es otra cosa... Nos da un plus. Y ese plus es poder asomarnos al futuro para valorar cuál es el camino a seguir ante una encrucijada, si la mala racha acabará pronto o si encontraremos pareja antes de que se nos pase el arroz o las ganas. 


A  veces la astrología nos tranquiliza. En estos tiempos de pandemia, con tantas opiniones, cambios, incertidumbre, noticias contradictorias... No nos va a aportar soluciones definitivas, pero es consolador saber cómo estaremos, qué hemos de aprender de todo esto y cómo nos va a afectar. La civilización ha tomado un rumbo contra natura, y los ciclos de los cielos y de la Tierra nos recuerdan que quien siembra vientos, recoge tempestades. No es la primera ni será la última pandemia, y todas ellas tenían algo que decirnos. Nos obligan a parar y reflexionar. Los ciclos de nuestro planeta están por encima de la actividad humana, pues otros seres habitaron antes que nosotros llegásemos, y otros periodos sepultaron civilizaciones, cambiaron la orografía y el clima. 

Está bien asomarnos a nuestro interior, y también al futuro de nuestras acciones. Estamos en un momento crucial en el que pueden cambiar tanto las estructuras sociales como la organización de la vida tal y como la hemos conocido. Avanzamos hacia una era digital y transhumanista. El tiempo de Acuario, y el fin de un ciclo. Urano ya inició una nueva vuelta zodiacal (actualmente Urano está en Tauro), Neptuno está transitando el último decanato de Piscis y empezará nuevo ciclo en Aries para 2025. Nos queda Plutón, que aún tiene décadas por delante antes de completar la vuelta zodiacal, pero que en 2023 ya asomará por el signo de Acuario, el penúltimo del Zodíaco. 


Estudiar astrología, una tendencia actual

Para que entendamos la magnitud de los datos anteriores sobre el final de recorrido zodiacal: Plutón tarda 250 años en dar la vuelta completa al Sol, Neptuno tarda 165 y Urano 85. Es decir, que con suerte, una persona puede experimentar a lo largo de su vida un ciclo completo de Urano... Pero que varias generaciones de nuestra época vivan el inicio de la vuelta zodiacal de Urano, Neptuno y más adelante Plutón... Eso es un privilegio. Y es que tres planetas transpersonales finalicen un ciclo zodiacal, sin duda anuncia un cambio de era. ¿Hacia dónde vamos? Pues, el futuro se co-crea con el hogar planetario en que vivimos, con los demás seres que lo pueblan - sí, incluidos animales y plantas- y con los ritmos del Universo. 

Conocer los ciclos planetarios como seres vivos que co-creamos el presente y el futuro, va a ser importante para que respetemos el organismo del que formamos parte. Estudiar astrología es más que una moda; desde mi perspectiva de astróloga experimentada es una manera de estar en el mundo entendiendo todos estos ciclos naturales. Nos ayuda a vivir en el aquí y ahora, entender nuestro pasado y proyectarnos hacia nuestro futuro. Es una técnica que está recuperándose y actualizándose, por lo que estudiar astrología está de moda. Nos ayuda no sólo a entendernos, sino a entender a los demás. 

Son muchas las distintas ramas y escuelas de astrología, por lo que deberemos elegir la más afín. Yo siempre recomendaría un maestro particular, una figura que en tiempos digitales de cursos masivos se ha perdido. Pero cada alumno necesita su tiempo, su dedicación y - sí, podéis llamarme romántica- yo creo mucho en aquello de "el maestro aparece cuando el alumno está preparado". Cierto que un estudio masivo de astrología hace su función, pero complementarlo con la guía y apoyo de un mentor o maestro, eso... ¡No tiene precio! Yo he tenido esa suerte y cada vez me siento más privilegiada de ver lo afortunada que fui de encontrar maestros con los que el vínculo se mantiene en el tiempo, incluso cuando ellos ya no están. ¡Como en la leyenda china del hilo rojo!

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