LAS CRISIS EN LA CARTA ASTRAL


Hoy le toca el turno a hablar de las crisis en una carta astral... Y es que en los tiempos que corren, parece que casi todo vaya acompañado de la palabra "crisis": crisis sanitaria, crisis económica, crisis ecológica, crisis política, crisis de ansiedad... Por eso, aunque ya abordé el tema de cómo enfrentar las crisis personales en un artículo anterior, me apetece hablar sobre la aparición de las crisis en la interpretación de la carta astral. Y esto sirve tanto para quien está pensando en hacerse una carta astral - en este mismo blog encontrarás información de los tipos de consulta astrológica que ofrezco-, como para quien las hace y siente incomodidad al tratar los aspectos menos positivos de una carta. 

¿Aporta algo adelantar malas noticias y tener las fechas de las crisis en la carta astral? En mi opinión, sí. Ok, no es el aporte que nos va a hacer más populares como astrólogos (de hecho, esto puede conseguir en tiempo récord que entremos en la lista negra de nuestro consultante) pero cuando esa crisis se hace real y está bien detallada en una carta astral, es de una gran utilidad para esa persona. Dar malas noticias no es la mejor parte de este oficio, pero no son pocas las ocasiones en que un conflicto sobre el que la persona estaba avisada se convierte en una bendición. 

Bendita crisis... ¿En serio? 

Como el común de los humanos, yo también he pasado por mis crisis personales. Y de nada sirve saber de forma anticipada cuándo te toca la cita con tu crisis, pues como la mayoría de astrólogos, tengo memorizada mi carta astral natal al detalle. Ni siquiera necesito mirar las efemérides para saber cuándo un tránsito astrológico activa los puntos conflictivos de mi carta... Me los sé de memoria hace muchos años, así como los tránsitos planetarios más destacados de años pasados y los venideros, 

Cuando una es su propia astróloga, ya ve venir la crisis como quien ve llegar su turno en la sala de espera del dentista. Unos meses más, unos meses menos, más intensa o menos, pero llega. Lo mejor en estos casos no es hacer lo imposible por evitarla, sino prepararse para amortiguar su impacto y evitar que nos arrastre cual tsunami y tengan que venir a rescatarnos los equipos de búsqueda, o peor aún, acabemos anegados bajo las aguas de la crisis emocional. No es un asunto fácil, a nadie le gustan las malas noticias, pero menos aún saber que su flamante vida, pareja, casa, trabajo van a ser arrastrados por la marea y no saber qué hacer con eso. Shit happens, amigxs. 

A lo largo de mi práctica astrológica, y en especial en los últimos años, me he enfrentado a comunicar esas malas noticias tanto en la redacción de mis predicciones mensuales en revistas, como en la consulta astrológica privada. Con la mano en el corazón, no es lo que más me gusta, pero estoy convencida de que es mucho más útil para quien quiere tantear sus perspectivas de futuro, conocer qué probabilidades le esperan y prepararse para la dificultad, el fracaso o el cambio. De esta manera puede poner recursos, prevenir o dar un volantazo a tiempo que convierta un siniestro total en un par de abolladuras. Y no hablamos de coche -que en algún caso, también- sino de las abolladuras que estamos expuestos a sufrir ante los golpes de la vida. 

Desde el "te voy a demostrar que la astrología se equivoca" como me dijo una compañera de la revista donde tenía un consultorio astro-sentimental -¡ah, qué tiempos aquellos!- hasta el "eso es imposible porque mi madre/padre/hij@s/ amig@/ pareja/compañer@ nunca me haría esto" y otros clásicos como "es imposible que acabe trabajando de esto porque me va muy bien en mi profesión", "de este sitio no me muevo" o "mírame este problemita a ver cuándo se soluciona", problemita que normalmente trae asociado detrás un alien que nadie había visto... Son reacciones muy normales, ya que una crisis va de eso, que no la controlemos nosotros, pues si no estamos hablando de otra cosa.  A esa compañera cuya anécdota recuerdo con cariño, le dije que tardaría en encontrar pareja bastante más de lo que entraba en sus planes. La pareja apareció justo el año que le vaticiné, a pesar de sus esfuerzos... Y no sólo apareció en el tiempo que tocaba, sino que ni siquiera le hizo falta hacer nada especial. 

En otros casos, planes que no salen como se esperaba o situaciones que cortan por la mitad lo que estábamos haciendo, como así ha sucedido con los acontecimientos globales que nos vienen afectando desde 2020. Y es que la solución no pasa por intentar esconderse en un agujero y que la crisis no nos encuentre, sino prepararnos para que si nos pica en el hombro, podamos decir "aquí estoy, ¿qué pasa?"

Suelo citar a Murakami cuando pienso en esas crisis que sacuden los cimientos; y no, no hablo de eso de "abandonar la zona de confort" o "convierte tu pasión en tu trabajo" ni frases hechas. Una crisis llega sin pedir permiso, a veces sin avisar y por supuesto sin contar con nosotros. Por el contrario, suceden a pesar de nosotros. 

«A veces el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir atravesándola paso a paso. Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí solo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo. Imagínate una tormenta como ésta.» Haruki Murakami, Kafka en la Orilla. 

 


Aspectos astrológicos anunciadores de crisis

Sí, de acuerdo, las crisis son como esas visitas que ni están ni se las espera y se presentan sin avisar, pero dejémonos de charlas y vayamos al grano... ¿Qué aspectos nos anuncian una crisis? ¿Es posible tomar algunos puntos de referencia como aviso? 

La interpretación astrológica requiere no sólo de conocer bien la combinación de aspectos, sino también de una buena capacidad de síntesis y una buena dosis de intuición (esta es la cualidad principal que da sentido a las dos anteriores).Pero a modo de apunte, sí que hay algunas señales que, a grandes rasgos, avisan de una crisis. Algunas son tan obvias que se nos escapan, pero no por obvias son menos importantes: 

  • El tono general de una carta astral natal. Hay cartas en las que las crisis aparecen con luces de neón y en otras te salen de refilón en los subtítulos. No tendrá el mismo impacto un mal aspecto en una mala carta natal, que en una carta natal donde los malos aspectos son anecdóticos. 
  • Las crisis suceden al que ha nacido con estrella y al que ha nacido estrellado. La diferencia es que el que ha nacido estrellado ya está acostumbrado a hacer frente a las crisis, mientras que el afortunado puede quedarse totalmente paralizado. 
  • Una carta con muy malos aspectos puede ser como una mina enterrada que nunca estalle, mientras que una carta con unos pocos malos aspectos puede desatar una grave crisis dependiendo de los tránsitos planetarios o los planetas progresados de la carta natal.
  • La misma configuración planetaria de tensión puede tener distintos significados, dependiendo de la calidad de la carta y del temperamento de la persona. Ejemplos hay muchos y puedes mirar ejemplos de cartas que he analizado en mi blog, como la de Camilo Sesto o Stephen Hawking
  • Algunas personas ven las crisis como una oportunidad, otras las ven como un obstáculo; lo único igual para todos es que no pasan desapercibidas. 

En cuanto a las pautas astrológicas que nos indican la posibilidad de una crisis, hemos de activar la luz de alarma cuando se cumplen una o varias de estas condiciones:

  • Casa XII con varios planetas. Esto se aplica tanto para la carta natal como la revolución solar
  • Casa VIII con tránsitos difíciles
  • Figuras de aspectos compuestas por cuadraturas, oposiciones y semicuadraturas
  • Saturno, Urano o Plutón implicados en malos aspectos entre ellos y/o con planetas personales
  • Muchos planetas retrógrados
  • Tránsitos que activan puntos de conflicto en la carta natal
  • Carta anual que repite aspectos conflictivos que también están en la natal
  • El retorno de Saturno a su posición natal


Lo bueno de las crisis, en muchos casos, es que no son para siempre. Si comprendemos los mecanismos que nos llevan a una crisis, ésta nos ayudará a crecer. No hemos de obsesionarnos con el crecimiento, porque a veces éste se nos revela muchos años después. ¿Y cuánto dura una crisis? Normalmente, mientras dura la influencia de las configuraciones planetarias que están actuando... Pero esto también es muy personal y hay personas que salen antes y otras que necesitan más tiempo hacerlo. Y es que, en este tipo de experiencias, las prisas no tienen razón de ser. 

¿Estás atravesando una crisis y desearías conocer los resortes ocultos o una explicación alternativa de tu situación? Pídeme información sobre mi servicio de cartas astrales y consultas astrológicas aquí 📧 o puedes dejar tu opinión sobre este artículo en los comentarios 👇

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Qué buen post :)

Yo soy partidaria de conocer las crisis: anticiparte a lo malo ayuda a aceptar. Hay cosas que no se pueden cambiar pero cómo lo enfoques mentalmente puede ser una tabla de salvación.

Entiendo que para los astrólogos no será plato de buen gusto, pero hay que entender que no nos movéis Saturno a vuestro antojo :P

Un saludo :)
Laura Hesperid ha dicho que…
Gracias por tu comentario :)
Efectivamente, nuestra especialidad no es (o no debería ser) el marketing, donde todo es estupendo y genial... Además las cosas buenas muchas veces nos esperan al final de las malas, siempre y cuando las aceptemos y trabajemos por un cambio.
Un abrazo!